G-QP2TMVBBGE “Los Papás Tenemos la Oportunidad de Sembrar la Semilla de la Educación” - PIQE

“Los Papás Tenemos la Oportunidad de Sembrar la Semilla de la Educación”

“Yo siempre le digo a los papás, ¿cuál papá quieres ser? Ese papá que cuando llegue el momento de que sus hijos tengan que aplicar a la universidad los hijos les digan no quiero ir a la universidad y ustedes puedan decirles está bien, yo te di todas las herramientas, yo navegué contigo el sistema educativo, pero respeto tu decisión, o quieren ser los papás que en ese momento sus hijos les digan, es que si tú me hubieras apoyado, si tú me hubieras informado, si tú hubieras caminado conmigo ese camino yo hubiera podido ir a la universidad. ¿Cuál papá quieren ser?”, dijo Liliana Valadez, directora asociada de PIQE en la oficina de Modesto.

Valadez comenzó su viaje en esta organización en 2009. En los cerca de 14 años que ha estado aquí ha ocupado varios puestos: reclutadora, coordinadora, facilitadora, y desde hace dos años, directora asociada. Su experiencia resulta muy enriquecedora para el equipo de Modesto y las familias que atienden.

“Me encanta trabajar en PIQE, y si me preguntas qué es lo que más me gusta te diría que ayudar, ver esas caras de las personas que se acercan a ti y te dicen ‘gracias, porque yo esta información no la conocía’”, dijo quién además es madre de dos.

“Y lo entiendo y siento muy cerca, porque mis papás no tuvieron oportunidad de ir a la escuela, difícilmente terminaron la primaria. Soy la única en mi familia que tuvo la oportunidad de ir a la universidad”, comentó Valadez, quien estudió Administración de Empresas Turísticas en Ciudad de México, de donde es originaria. “Mi esposo no tuvo oportunidad de terminar su carrera en México, entre otras cosas porque no tenía el apoyo de sus papás”.

“Mi papá trabajaba a veces hasta tres turnos, pero teníamos actividades de natación, baile, … salíamos los fines de semana a los balnearios, y él no”, dijo refiriéndose a su marido, Rodolfo Valadez. “Mi esposo nunca tuvo la oportunidad de participar en algún deporte o tener actividades extracurriculares. En su casa la situación era más difícil”, agregó visiblemente conmocionada. “Le digo a mis hijos vean la diferencia, cómo los papás podemos marcar la diferencia con nuestros hijos”.

“Si mis papás no me hubieran dado todas esas oportunidades, ese apoyo, yo no hubiera podido trabajar en PIQE”, señaló.

Valadez compartió que cuando su esposo tenía 18 años tuvo que dejar la carrera de economía que tanto le gustaba para venirse a Estados Unidos en busca de un mejor futuro. Rodolfo trabaja en un centro de distribución de supermercados; comenzó cargando cajas, en ocasiones hasta 3 mil cajas al día. Ahora tiene mejor puesto pero su trabajo sigue siendo físico y con horarios extenuantes; llega rendido.

“Él ahora lo dice, ‘si yo hubiera conocido a alguien que trabajara en PIQE y que me hubiera querido ayudar yo hubiera podido entrar a la universidad, mi vida sería tan diferente’”, comentó Valadez.

“Es importante ayudar a nuestros hijos a encontrar su pasión. ¿Qué es lo que los mueve? ¿Qué es lo que les gusta?”, dijo la directora asociada. “Independientemente de lo esto sea no hay otro camino que la educación”.

Sus compañeras de trabajo definen a Valadez como una esponja que tira toda su agua para que la recoja quien esté a su alrededor. “Me encanta ese concepto”, admitió entre risas, “porque yo le comparto a todas las personas que tengo alrededor lo que yo sé, porque me gusta, me llena mi corazón, me hace feliz. Por eso es que estoy en PIQE, porque siento que pongo mi granito de arena. Si de un grupo de 30, 50 ó 100, logro cambiar la vida de una familia, ya hice mi trabajo”.

“Nunca he llorado en una graduación, pero si se me ha quebrado la voz por lo que comparten los papás. Ahí es donde dices, ‘¡wow!, que bueno que trabajo en esta organización’. Al escuchar esas historias y se te olvida todo, todas las largas jornadas de trabajo”, dijo con una carcajada.

Los papás tenemos la oportunidad de sembrar la semilla de la educación. “Yo lo veo con mi hija que ahora está en 11avo. Ella fue creciendo con esto, yo nunca tuve que decirle tienes que ir a la universidad, para mis hijos ya es un ‘oye mamá yo cuando vaya a la universidad…’. Es algo muy gratificante”, comentó.